Entonces,
“¿a dónde quiere llegar este chango?” preguntará usted joven perspicaz y sagaz,
pues este párrafo introductorio se originó al encender mi portátil y abrir la
pagina de mi home banking (banca electrónica).
Luego,
como exigen mis deberes de ciudadano para con mi país, comencé a pagar los
impuestos del mes a través de Internet desde la comodidad de mi hogar.
Con
cada impuesto o cuenta que pagaba me acordaba más y más de aquella desgraciada gente que no tiene (o no le queda) más remedio
que hacer tremendas colas de congéneres con el solo objetivo de cumplir con sus
compromisos monetarios y perdiendo así valioso tiempo de su vida.
Una
lágrima recorrió mi mejilla ante semejante reminiscencia, dejándome ver que aun
tenía el recuerdo demasiado fresco de aquellas colas de mierda.
No
aguanté más, tome las cuentas que quedaban por pagar, mi gamulán y corrí al banco más denso y choto
que halla conocido, o sea, el Banco Nación de la calle 9 de Julio (este puede
ser reemplazado por el Nación Sucursal Villanueva). ¡Cuidado! Valga la
aclaración que hay bancos privados mas moqueros que estos y que convocan menos
de la mitad de contribuyentes que los anteriores.
Una
vez que llegué al banco en cuestión, eran las 10:14 hs de la mañana, me coloqué
en el último lugar y comencé a maquinar sobre cómo podía ayudar a aquellos infelices
que no tenían otra alternativa que venir a pagar alguna pelotudes al banco.
De
esa experiencia de laboratorio real, surgieron las…: “4 estrategias para hacer mas amenas las colas de los bancos…”
Les
he colocado nombres poéticos orientales para hacerlas más vistosas. (Pueden
usarse en las colas de los supermercados,
registros del automotor, colas para comulgar, velorios y cualquier otra congregación
de gente que implique una pérdida excesiva de tiempo).
Estrategia Numero 1. “Arengar al
ganado”
Supongamos
que pasados los 8 minutos la cola no avanza, entonces uno comenzará a boquear en
un tono de voz muy elevado con las viejas de atrás y los de adelante, cosas
como:
·
“¡que
tienen artrosis estos culiaos!”
·
“¡se vinieron con guantes de boxeo los jeropas
que no escriben rápido!”
·
“a esa mina seguro que le dieron caña anoche
porque no se puede los lentes, no se los puede…”
·
“seguro que anoche estuvieron de escabio los
manyines estos …”
·
Etc.
Si
es muy temprano y la gente no arranca con esta cebada, entonces es hora de la
acción. Se deberá gritar con todas nuestras fuerzas y las manos en alto:
-
“Eeeehhhh,
¡como que no hay sistema!, ¡como que no hay sistema!”
Por
supuesto, todo esto haciéndose el choto y torciendo la boca para que acusen a
otro.
Tal
vez no salgamos temprano pero de seguro que nos vamos a cagar de la sonrisa.
Estrategia Número 2. “Y el Oscar es
para….”
Este
juego no es de interacción con los demás, es un juego mental. El mismo consiste
en otorgar premios a las caripelas más representativas de las personas. Por
ejemplo: estipularemos el premio a la cara más parecida a una chota, pues
entonces buscaremos entre la gente de la cola a alguno que posea rasgos
característicos de un pene; otro ejemplo podría ser el premio a la cara de
cañufleta acostada, entonces buscaremos a algún barbita candado u otro
personaje con cara de concha y así sucesivamente.
Si
nuestra imaginación es muy volátil, podemos también imaginarnos a nosotros
mismos como maestro de ceremonias y entregando el premio; y la cola de la gente
seria el público aplaudiendo de pie. Cuando queramos acordar el tiempo se pasó
volando y ya nos toca el turno a nosotros.
Estrategia Número 3. “El gran escape”
Por
un tema fisiológico a primera hora de la mañana algunos cuerpitos piden
necesidades, y más si el desayuno ha consistido en un café con leche. Algunas personas
tienen tiempo de atender esas necesidades y otras no.
El
gran escape refiere a un escape voluntario de gas metano de nuestro ojete. Pero
¡ojo! debe ser siempre silencioso, sino corremos el riesgo de la marginación y
la discriminación. La diversión de este juego consiste en documentar las caras
de los participantes a medida que la nube de pedo va cacheteándolos y haciéndoles
arrugar las narices como teta de elefante.
El
ganador será el que ponga la nariz más parecida a Mirta Legrand.
Estrategia Número 4. “El choto del celular”
Este
juego es para los que se la bancan y los que viven al margen de la ley.
·
Paso
1: cuando estemos en medio de la serpentina de la cola, tomamos el teléfono y
activamos la autollamada o bien solo fingiremos que hablamos.
·
Paso
2: cuando vemos venir oficial de la ley lo guardamos y miramos para otro lado.
Repetimos
este último paso hasta que se caliente el policía e intente echarnos como un
perro a la calle.
Ahí
usaremos él:
·
Paso
3: que es el uso de excusas como por ejemplo: “pará loco, que me están avisando que mi hijo
se cagó en la escuela” o sino “pará chavon,
que mi mujer chocó contra un árbol y no le pueden sacar una rama del culo”.
Si estas excusas no llegasen a funcionar con
el centinela de la ley, haremos
la cola de nuevo en otro banco.
Queridos
amigos, espero haberles sido de modesta utilidad con estas sencillas pero no
por eso menos importantes estrategias. De seguro mediante su uso podrán perder
el tiempo de una forma más agradable y entretenida con el agregado de que jamás
temerán ir al banco o a un rapipago a garpar algo; pues todo lo contrario,
esperarán ansiosos el esparcimiento que les deparará vuestras facturas mensuales.
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